Según Emotion esto se debería al auge de los teléfonos móviles inteligentes y de las redes sociales. No es el primer análisis que refuta los beneficios de las nuevas tecnologías entre los más jóvenes, pero cierto es que hay otros muchos que aseguran que pasar tiempo delante de una pantalla es algo positivo.
Los investigadores han tomado como muestra a estudiantes de octavo, décimo y duodécimo grado de EEUU desde los años 90 hasta 2016. Y pese a que por lo general se centraron en el consumo de drogas y otras tendencias que se han venido estudiando desde hace décadas, también preguntan a los adolescentes por lo felices que se sienten.Según los investigadores, que esta tendencia empezara en 2012 les empuja a pensar que las nuevas tecnologías y medios sociales tienen algo que ver. Un tercio de los adolescentes ya tenían un teléfono en dicho año, cifra que aumenta hasta los tres cuartos en 2016.
Jean Twenge, la autora que lidera la investigación, asegura que "al tratarse de un periodo de tiempo tan corto" es más fácil aislar la causa. "De lejos, el mayor cambio en la vida de los jóvenes entre 2012 y 2015 ha sido el ascenso del smartphone", apunta. "Es difícil pensar que nada más haya cambiado tan rápidamente en este periodo de tiempo y que haya podido impactar tanto en su bienestar".
Twenge no es una tecnófoba: el estudio también asegura que pasar tiempo delante de una pantalla es mejor que no hacerlo, por lo que la mejor medida de acción sería moderar el uso y hacer otras actividades. "Parece que lo mejor es limitar el tiempo de ocio con dispositivos electrónicos a dos horas al día para todos los grupos de edad (niños, adolescentes y adultos), asegura.