Nieve.

Estimado señor director:

Cuando nieva se producen varios fenómenos que se merecen ser valorados. Hablo de la nieve en países o lugares donde no es habitual que nieve, por supuesto. En este caso, lo más destacable es la sensación de vivir una noticia extraordinaria que genera la necesidad de comunicarla por todas partes y de compartirlo con todos aquellos a quienes queremos que participen del hecho extraordinario.

Esta convivencia genera una sensación de confortabilidad. Ayuda el hecho de que la nieve, cuando cae con elegancia y tranquilidad, cuando, incesantemente, se apodera de los espacios de las calles y los blanquea, provoca una inexplicable sensación de paz y serenidad. También de entusiasmo. La nieve, sin embargo, también invoca con este silencio aplastante, estricto, con la constante blancura que se deshace en la nada, una angustia extrema.