Espoleada quizá por el susto que se llevó en Bielorrusia, España salió dispuesta a encarrilar el partido desde el salto inicial.Y casi lo consigue. Mucha culpa de ello tuvo Quino Colom, en un momento espléndido. Tres triples del base del Unics Kazan, al que Popovic está buscando todavía, y otro de Jaime Fernández dispararon pronto a España en el marcador (18-6, min 5).
Mitrovic, entrenador de Montenegro, no estaba dispuesto a perder el partido en el primer cuarto. Sacó de la cancha a Popovic, quien mejor ejemplificaba la floja defensa de su equipo, para dar entrada a Needham, base estadounidense nacionalizado, en un intento por ponerle el cascabel a Colom.
Pero no hizo falta porque fue Scariolo quien sentó al base al iniciar suis rotaciones situando un quinteto nuevo en cancha -San MIguel, Beirán, Vidal, Llovet y Saiz- pero esa segunda unidad no fue capaz de mantener el pulso en el marcador. Needham elevó sensíblemente el nivel defensivo de Montenegro, que presionó y se metió en el partido.
En el segundo acto Scariolo completó sus rotación sacando a Arteaga y Barreiro, que se estrenó con la absoluta. Sin embargo, la combinación no funcionó ni en defensa ni en ataque, cada vez más espeso ante la actividad defensiva de su rival, que además se soltó en ataque para fabricar un parcial de 2-9 con el que presentó sus avales al triunfo (28-26, min 14).